La única forma de salir de donde estás es dar un paso. Me atrevo a decirte que, a menudo, si estás mal, no importa casi hacia dónde. Porque incluso las brasas son mejores que el fuego.
Nos han educado para seguir ahí, evitando lo desconocido y lo incómodo, el problema es que la vida está justamente ahí, en ese lado del camino donde pasan cosas que no controlamos y la incertidumbre nos come las uñas. Lo más curioso y divertido es que pensamos que si no damos el paso, si no salimos del redil, aunque eso nos suponga conformarnos con algo a medias que no nos satisface, podremos seguir ahí y no pasará nada… Y estaremos siempre en esa comodidad absurda. En la zona tibia donde no hace calor pero donde el frío no es insoportable… Donde no pasa nada que nos colme ni nos haga sentir vivos pero donde no corremos el riesgo de morir del susto si nos arriesgamos y no sale bien…
Creemos que si nos quedamos como estamos no va a pasar nada…
Que si pisamos lo conocido y lo que nos parece firme, eso que nos asusta pasará de largo…
No es así. La vida es irónica y siempre, siempre nos trae aquello que nos asusta ante nosotros para que no nos quede más remedio que afrontarlo y vivirlo. Si no damos el paso hacia eso que nos asusta, hace que eso que nos asusta venga a nosotros. Si no saltamos al vacío hace que la tierra que pisamos y creíamos firme se tambalee tanto que no tengamos más remedio que salir corriendo. Convierte los lugares aburridos pero estables en rincones insoportables de los que al final necesitas salir… Hace que no tengas más remedio que lanzarte y tomar decisiones… Convierte la rutina en algo tan tóxico que no puedes eludir al final arriesgarte a vivir lo nuevo, lo desconocido, lo incierto… La vida hará que lo seguro sea insoportable para que saltes hacia lo inseguro… Transformará lo habitual en algo tedioso y lacerante… Yo siempre he pensado que si necesitas cambiar y no lo haces la vida te lo hace. Y si lo piensas bien, tal vez es mejor que des tú el paso a tu ritmo a tener que hacerlo de forma abrupta cuando la vida te dé el empujón. Porque lo hará. Te dejará roto, asustado, encogido y sin habla durante unos días. Te quedarás perplejo esperando comprender qué ha pasado porque llevabas años evitando eso que ahora está ante tí y no puedes eludir. Amargamente recordarás todo lo que perdiste para no llegar aquí. Las oportunidades que dejaste pasar por miedo y lo mucho que aguantaste para no tener que mover un dedo y vivir este miedo que ahora te ves obligado a sentir…
La vida perdida evitando la vida.
La vida vivida a medias por no arriesgarte a vivirla por entero por si no salía bien.
La vida evitada preocupándonos por un futuro que no existe.
La vida resignada que has tragado mientras no te atrevías a vivir la vida real, la soñada, la que realmente te hacía querer vivirla…
Eso que evitas vivir vendrá a ti porque tu miedo hace que sea imprescindible afrontarlo para superarlo y pasar al siguiente reto. Tú decides si lo haces tú o la vida te lo hace.
Al final, refugiarse en lo cómodo no sirve de nada porque la incertidumbre se abre paso siempre ante nuestros ojos.
La vida es el mejor antídoto contra la resignación.
Gracias por leerme. Espero que lo que escribo te sea útil.
Escribo sobre hacer cambios en tu vida para poder transformarla si realmente estás harto y cansado de repetir siempre las mismas experiencias y vivir en bucle. Si te interesa, te invito a leer mi libro, si realmente quieres hacer un cambio en tu vida.
Haz click aquí
¡Ríndete! Deja que tu mundo caiga
Si prefieres que te acompañe personalmente, he preparado un programa para tomar decisiones y salir de bucle en que te encuentras. Un entrenamiento exclusivo que en 40 días te permitirá reconocer tu potencial e ir borrando poco a poco las creencias y hábitos que frenan tu autoestima y tu evolución… ¡Echa un vistazo y toma ya esa decisión que puede cambiar tu vida! ¿Te acompaño?
Toma decisiones y cambia tu vida en 40 días
Por cierto, si no quieres perderte nada de lo que publico en mis redes y las últimas novedades, te invito a suscribirte a mi canal de telegram