merceroura

la rebelión de las palabras


1 comentario

Hablar contigo


Llega ese momento en el que te tienes que pedir perdón.

Por haber aguantado demasiado lo que era inaguantable.

Por haber sido comprensiva con todos menos contigo.

Por ver más la viga en el ojo propio que la paja en el ajeno siempre.

Por no saber decir no, ni decir «ya basta» cuando hace falta.

Por no haber sabido ver las cosas de otro modo, comprender y perdonar. Por haber perdido lo que amas.

Por estar harta, hartísima de todo y seguir peleando sin darte cuenta de que hay batallas perdidas.

Por no escuchar a tu cuerpo cansado.

Porque el miedo a perder a otros de tu vida te ha llevado a perderte a ti de la tuya y a dejarte tanto de lado que, cuando te fuiste a buscar, no te encontraste.

Porque el dolor de no saber si llegarías y si estarías a la altura te hizo renunciar a muchas cosas que deseabas.

Porque no creíste merecer lo bueno y lo hermoso de la vida y lo rechazaste cuando estuvo ante ti. Por haberte sentido culpable por ello siempre y no haber sabido darte cuenta de que hiciste cuanto supiste en aquel momento.

Por no permitirte fallar ni cometer errores.

Por haberte criticado tanto que te arrancaste la piel con la mirada y te cubriste de basura con las palabras.

Por haberte roto tantas veces esperando un respeto que no llega porque nunca te lo has dado tú primero antes de pedirlo.

Por no haberlo pedido ni siquiera.

Por haber callado y consentido.

Por haberte enfadado demasiado con los demás cuando no te daban lo que tú les permitiste y consentiste no dar.

Por haber visto y sentido más el dolor ajeno que el propio y haberte cosido tantas veces los jirones que ya no te notas la piel cuando te abrazan.

Por no haberte abrazado en los malos momentos y haber seguido pidiéndote más cuando estabas vacía y muerta por dentro.

Por no haberte permitido descansar y pedirte siempre más cuando lo habías hecho y dado todo.

Por no haberte avergonzado de ti misma tantas veces mientras elogiabas a otros por la mitad de la mitad.

Por haberte visto pequeña y ridícula y haberte humillado y rechazado esperando humillación y rechazo ajeno.

Por cómo te hablas.

Por lo poco que te escuchas.

Por lo poco que te conoces.

Por el miedo que te tienes, en realidad.

Por perseguir. Por mendigar. Por dar por sentado que nadie va a hacer nada por ti.

Por necesitar demostrar y suplicar que te demuestren pero no dejar espacio ni tiempo para que suceda.

Por amar demasiado a veces. Por no atreverte a amar otras tantas.

Por ver solo las espinas de tu rosa y no ser capaz de apreciar el aroma y el terciopelo de sus pétalos blancos y delicados.

Por comprometerte con todos menos contigo.

Por vivir del pasado y estar siempre pendiente del futuro.

Por dejar el presente para más tarde cuando ya es tarde.

Por estar siempre pensando de más y sintiendo de menos por si sentir te hace parar y te pide que lo dejes todo.

Por no permitirte tregua para tomar descanso y recuperar el aliento.

Llega el momento de pedirte perdón por no verte entera y pensar siempre que eres provisional y te falta algo.

Por haberte aguantado las lágrimas y la rabia.

Por haber soportado angustias que no eran tus angustias y cargado responsabilidades que no eran tus responsabilidades… Por cargar un peso que no era tu peso y asumir que ni siquiera te dieran las gracias.

Por culpar a otros y dejar de tomar decisiones.

Por creer que hay algo en ti que merece rechazo y tiene que estar oculto.

Por no abrazar tu oscuridad y no permitir que salga tu luz.

Por haberte conformado con una vida a medias porque pensabas que eras una persona a medias.

Porque te has hecho mucha falta y no estabas en ti.

Porque cuando estabas era para culparte y reprocharte.

Porque te quieres poco y no te lo dices nunca.

Porque mereces lo mejor de la vida y no te lo crees todavía.

Porque hoy necesitas decirte todo esto y seguramente no tendrás ganas de hablar contigo.

Porque todavía no te has comprometido contigo…

Llega el momento de perdonarte y perdonar de una vez por todas. .

Gracias por leerme. Espero que lo que escribo te sea útil.

Escribo sobre generar cambios en tu vida para poder transformarla si realmente estás harto y cansado de repetir siempre las mismas experiencias y vivir en bucle. Si te interesa, te invito a leer mi libro, si realmente quieres hacer un cambio en tu vida.

Haz click aquí 

¡Ríndete! Deja que tu mundo caiga

Por cierto, si no quieres perderte nada de lo que publico en mis redes y las últimas novedades, te invito a suscribirte a mi canal de telegram


Deja un comentario

No necesitas otra vida


Por primera vez en tu vida, te levantas y cuando te ves en el espejo no te detestas.

Sí, lo sé, tal vez cambiarías algunas cosas, pero ya no necesitas ser de otra forma para quererte. No te molestas, no te angustias, no te escondes de ti ni del mundo.

No sabes por qué pero algo ha cambiado. ¿Serán todos estos meses de trabajo intenso contigo? ¿Será que tomaste la decisión de aceptarte y pasar de lo que diga el mundo de una vez por todas? ¿Será que esta vez cuando dijiste de «de hoy no pasa» ibas en serio?

No sabes qué ha sido pero no te importa, te sientes bien. No es que pase nada en tu vida de toda esa lista que cosas que sueñas que pasen. No. No hay aumento de sueldo. El jefe sigue igual. Las estanterías siguen por ordenar. Te notas barriguita. Tus amigos siguen esperando a que tomes la iniciativa y les invites. No hay príncipe azul, ni princesa, ni siquiera un sapo que besar. Y te encantaría, la verdad, pero no lo necesitas para estar bien contigo. Ahora sabes que tu valor no depende de eso sino de tu forma de mirarte y de como actúas en consecuencia.

¿Será todo eso que has hecho los últimos meses empezando a decir «basta»? ¿Será que has puesto límites y dices más que no? Que si te ignoran pasas de largo, pero no como estrategia para que te sigan sino porque ya no sigues tú a nadie. Que ya no mendigas cariño ni atención y cuando no te llaman ni te invitan, te quedas contigo a solas y exploras tu silencio. Y en ese silencio te has encontrado a ti y te gustas… Que ahora te atreves a hablar a otras personas con las que antes no empezabas conversaciones porque ya no te sientes tan insignificante ni piensas que no les vas a interesar y estás abriéndote a conectar y sentir.

¿Será que cuando tomas café degustas el café y no estás pensando en qué harás en cinco minutos y si vas a estar a la altura porque ya no sientes que tengas que demostrar nada? ¿Será que has decidido no pasarte la vida preocupándote por lo que no puedes cambiar y dejar de exigirte la perfección constante? ¿Será que no te criticas sin tregua ni te maltratas al hablarte y definirte?

¿A lo mejor es que has dejado de esforzarte y sacrificarte para que otros te vean y valoren y ahora te ves y te valoras tú?

El caso es que te sientes otro/otra pero al mismo tiempo nunca te habías sentido tanto tú. Y no es que no tengas miedo, porque está ahí, es necesario que esté porque te alerta y gestionarlo te sirve para aprender y ponerlo en la justa medida… Es solo que a pesar del miedo estás tú. Decides tú. Y miras atrás y, en lugar de avergonzarte como hasta ahora, sientes un cariño y una cálida compasión por esa persona que fuiste, angustiada y preocupada intentando ser perfecta y aceptable para el mundo. Y te perdonas, pero no por no haber sabido hacerlo mejor, sino por haberte culpado.

Has hecho un largo camino y has atravesado tus miedos y ahora te valoras y te honras.

Hay mil cosas que sueñas y deseas y que no están en tu vida, es cierto, pero te tienes a ti y te reconfortas.

No necesitabas otra vida, solo te hacía falta vivir plenamente esta. Y partir de ahí, amándote como te mereces, a ver qué pasa.

No sabes qué va a pasar el mes que viene, mañana, ni en cinco minutos pero ahora estás de tu parte, contigo… Eso es grandioso.

Un instante de este amor propio te cambia la vida.

Gracias infinitas por leerme.

Si quieres saber más sobre autoestima te recomiendo mi libro Manual de autoestima para mujeres guerreras”

En él cuento como usar toda tu fuerza para salir adelante y amarte como mereces y dar un cambio a tu vida… Ese cambio con el que sueñas hace tiempo y no llega.

Disponible aquí 

amazon llibre merce amazon

Si realmente quieres un cambio en tu vida, tengo una propuesta para ti. Un programa para tomar decisiones y salir de bucle en que te encuentras. Un entrenamiento exclusivo que en 40 días te permitirá reconocer tu potencial e ir borrando poco a poco las creencias y hábitos que frenan tu autoestima y tu evolución… ¡Echa un vistazo y toma ya esa decisión que puede cambiar tu vida! ¿Te acompaño?

Toma decisiones y cambia tu vida en 40 días 

Si quieres más información de mi trabajo, te invito a entrar en mi web.

Acompaño a personas y organizaciones a desarrollar todo su potencial a través del coaching, el mentoring y la Inteligencia Emocional. 

www.merceroura.es 


Deja un comentario

Ese miedo insoportable a ser felices


Muchas personas ya no leen, ni escuchan, ni se comprometen con nada ni con nadie, ni saben a dónde van… Simplemente caminan sin sentir, sin notar, sin saber. Devoran vida un día tras otro esperando que algo en el camino las salve de esa angustia que sienten por no poder agarrarse a nada y sentirse tan inseguras con todo… Van transitando y a la espera que alguien o algo las salve y las ancle a un pedazo de tierra donde la incertidumbre no las alcance y el miedo se quede en la puerta.

El problema de dejar al miedo en la puerta es que siempre está ahí, acechando. No sentirlo y atenderlo no nos calma, nos lleva a vivir pendientes de él, de su presencia, de su llegada, de saber que nos lo vamos a encontrar si nos movemos más allá del perímetro habitual.

Muchas personas ya no se dan cuenta de lo que implica lo que les pasa porque viven anestesiadas consumiendo imágenes y sombras para evitar ver su sombra. Que no miran donde pisan porque si lo que pisan les asusta. Que no se conectan a ellas mismas porque saben que cuando lo hagan llegarán las preguntas, los pensamientos y los silencios dolorosos en los que esas preguntas impertinentes y esos pensamientos en bucle les van a obligar a sentir. Y les pedirán que abran la puerta y dejen entrar al miedo…

Lo que pasa es que le tienen tanto miedo al miedo que no saben que si le dejan pasar les va a salvar la vida.

Porque cuando el miedo te atraviesa deja de preocuparte.

Porque cuando vives tu miedo dejas de estar pendiente de él.

Porque el miedo vivido y reconocido te cura las heridas y las cicatriza.

Mucha gente ya no para un momento, ni escucha, ni siente, ni calla porque si lo hace y llega con el silencio es tan potente que les cambia la vida… Porque en realidad nos asusta más que la felicidad que la desdicha. Porque, aunque sabemos que tras el estruendo salvaje de sentir lo que nos asusta llegará la paz, el zarandeo necesario para que suceda nos aterroriza todavía más.

Admitánoslo. No es el miedo lo que nos paraliza. Es el miedo al miedo. El miedo a secas es un bálsamo amable y asequible para un corazón que busca calma. Una lluvia bendita que viene a limpiar el polvo acumulado y a arrancar el barro y la mugre pegados al asfalto. Una manta cálida y suave después del día más frío del invierno más intenso vivido a la intemperie…

Lo que nos da miedo es no tener miedo y perder la coartada para no ser nosotros mismos y tener que dejar de protegernos y vivir a medias. Perder la excusa para hacer lo que sentimos que debemos hacer en nuestra vida, quedarnos sin lugares donde escondernos de la vida por si nos pide que movamos ficha y seamos valientes.

Nos provoca terror quedar atrapados en la rutina como salir de ella.

Lo que nos da miedo de verdad es que todo esté bien y no haya excusas para no hacer lo que deseamos y dejar de hacer lo que ya no nos llena por dentro…

Lo que realmente nos asusta es ser felices porque no nos sentimos dignos. Por eso preferimos una amargura controlada y asequible. Una angustia encapsulada de lunes a viernes y un cansancio derivado de ella el fin de semana que nos recuerde que no lo tenemos todo, por si la vida se enfada y nos quita lo que tenemos como castigo por habernos creído merecer lo mejor.

Lo que realmente no atrapa en una vida que no nos llena ni ilusiona es ese miedo insoportable a ser felices…

GRACIAS por leerme.

¿Quieres aprender a amarte?

¿Quieres dar un giro a tu vida?

Primero te invito a leer mi libro  “Manual de autoestima para mujeres guerreras”.

En él cuento como usar toda tu fuerza para salir adelante y amarte como mereces y dar un cambio a tu vida… Ese cambio con el que sueñas hace tiempo y no llega.

Disponible aquí 

amazon llibre merce amazon

Y a entrar en mi web y ponerte en contacto conmigo para hacer un plan y transformar tu vida en todos los aspectos. ¿Te apuntas?

www.merceroura.es