merceroura

la rebelión de las palabras


Deja un comentario

No he sabido quererte


Perdóname. Me olvidé de ti.

Te perdí mientras buscaba que otros me dieran lo que yo nunca he sabido darte… Amor.

Sí, te lo digo a ti, mujer del espejo, siempre cansada de vivir a medias y harta de que nunca te toque tu ración de vida y felicidad. Siempre esperando que te haga caso y te valore. Que de una vez por todas te quiera, que me quiera a mí.

No es excusa, lo sé… Cuando era niña me contaron que si era buena y hacía «lo que debía» la vida iba a recompensarme o al menos «no castigarme tanto». Que si lo pasaba mal y me sacrificaba, tendría premio. Que si me esforzaba mucho para hacerlo todo perfecto, mi vida sería perfecta y ejemplar. Que si me dejaba a un lado y ponía a los demás por delante de mí, ellos harían lo mismo.

Está claro que no era cierto. Cuanto menos te das, menos te dan. Cuanto menos te ves, menos te ven. Cuanto más te dejas de lado, más de lado te dejan.

Me pidieron que viviera con ojo siempre abierto por si la vida estaba al acecho. Me aconsejaron que no me fiara de nadie. Que no descansara nunca y siempre, siempre estuviera dispuesta para todo y me esforzara al máximo.

Y yo de eso me quedé con la idea de que no valía mucho y con ese poco valor tenía que estar siempre pendiente de lo que necesitaba el mundo para satisfacerlo, para que no se me pasara la vez y la suerte me pasara de largo.

Y, a pesar de que es cierto, que hay que vivir despierto y cazar al vuelo las oportunidades, es todavía más real que no podemos vivir pensando que valemos poco y que tenemos que dar más que otros para compensar esa insignificancia. Que tememos que demostrar para que otros nos vean, que tenemos que estar dispuestos a soportar de todo porque es la única forma de que así crean que «valemos la pena».

No podemos ir por la vida como si fuéramos una ganga ni ponernos de oferta.

No podemos estar siempre disponibles para otros porque eso significa no estar nunca disponibles para nosotros mismos… Y ratificar a cada paso que damos esa sensación repugnante de tenernos que ganar el afecto con sacrificio, con esfuerzo doble, con más tesón que los demás porque partimos desde más lejos… Porque no merecemos lo mismo.

No es ser egoísta ni dejar de pensar en los demás, es empezar a pensar en ti.

No es no dar, es darse a uno mismo y luego compartir desde ese amor restaurado.

Es vivir desde la confianza porque sabes que no hay nada en ti indigno que merezca un ataque.

Es compartir siendo consciente del regalo inmenso que es estar contigo. Porque una vez que te conoces, que te das, que te compartes, que te valoras, sabes que aquello que aportas es valioso y maravilloso para otros. Como lo que otros comparten contigo también lo es.

No es ponerse en un pedestal a uno mismo, es bajar a los demás de sus pedestales y descubrir que estás a su altura. Dejar de mendigar que te hagan caso. Dejar de pedir. No tener que negociar mínimos. Dejar que fluya y que sea. Respetar y ser respetado.

Amar sin tener que estar controlando normas y repasando límites porque te valoras tanto que ya queda claro que no se juega contigo.

Y desde ahí, desde ese reconocimiento por lo que eres, darlo todo porque lo tienes todo, porque lo eres todo… Sin etiquetas ni más normas que el respecto y la compañía. Sin miedo a perder ni perderse. Sin miedo a dejarse llevar. Sin miedo a dar de más y de manos. Sin tener que poner nada en la balanza porque el equilibro es muy evidente. Sin luchar por ser amado o ser visto o ser atendido porque ya llega solo.

No es egoísmo es reconocer tu valor y saberte valioso. Es notarlo tanto y tan dentro que nadie lo duda y se transmite en cada uno de tus gestos y tus actos. Y eso no solo hace que te vea como realmente eres. Te permite ver a los demás como realmente son.

Es sacarse la máscara de niño bueno y vivir como una persona sin etiquetas, sin tener que fingir nada. Sin tener que parecer.

No eres una ganga. No estás de oferta. No tienes que ponerle la vida fácil a los demás y complicarte la tuya para que te quieran y te den tu espacio. No tienes que ganarte nada, ya es tuyo. No tienes que dar el doble para conseguir la mitad. Eres tu prioridad.

Perdóname. Insisto. Me creí que no merecíamos nada y no he hecho nada para remediar esa barbaridad… Me contaron que debía dejarte para el final y así sería feliz e hice caso. Era mentira, es evidente. Hoy te rescato y te doy tu lugar en mi vida. Te lo mereces todo, deja de dudar.

Sé que te he rechazado cada día durante años porque no supe comprender lo maravillosas que somos… Porque con ese dolor acumulado dentro te vi distorsionada ni supe encontrar tu belleza y tu bondad. Ahora te miro y no comprendo cómo no supe comprender lo mucho que llevas dentro por compartir y tu capacidad de amar desbordante.

No sigas pensando que quererte es un esfuerzo o que para estar contigo hay que pensarlo mucho. No sigas pensando que tu compañía cansa y que molestas, estorbas o estás de más. No te creas ya que necesitas pagar peajes para que te hagan caso y que si te permites que te dejen para luego, te agradecerán el sacrificio. No toleres más medias verdades, ni cobardías porque te asuste descubrir que no importas suficiente y que no te pueden dar más. No esperes a ser reconocida por nadie nunca más.

Perdóname. Me perdono. Volvamos a empezar. Estamos juntas en esto… Ahora voy a mirarte, honrarte y respetarte para toda la vida. Mi primer compromiso es contigo y así podré dar hasta el infinito a los demás sin que nos quedemos rotas, vacías, enfermas y decepcionadas.

Ahora nos toca a nosotras.

Basta ya de dudas. Basta de titubeos. No he sabido quererte, pero estoy aprendiendo… ¿No lo notas ya?

Un abrazo, mi yo querida e ignorada hasta ahora. No te preocupes, voy a darte tu lugar.

Gracias infinitas por leerme.

Si quieres saber más sobre autoestima te recomiendo mi libro Manual de autoestima para mujeres guerreras”

En él cuento como usar toda tu fuerza para salir adelante y amarte como mereces y dar un cambio a tu vida… Ese cambio con el que sueñas hace tiempo y no llega.

Disponible aquí 

amazon llibre merce amazon

Si realmente quieres un cambio en tu vida, tengo una propuesta para ti. Un programa para tomar decisiones y salir de bucle en que te encuentras. Un entrenamiento exclusivo que en 40 días te permitirá reconocer tu potencial e ir borrando poco a poco las creencias y hábitos que frenan tu autoestima y tu evolución… ¡Echa un vistazo y toma ya esa decisión que puede cambiar tu vida! ¿Te acompaño?

Toma decisiones y cambia tu vida en 40 días 

Si quieres más información de mi trabajo, te invito a entrar en mi web.

Acompaño a personas y organizaciones a desarrollar todo su potencial a través del coaching, el mentoring y la Inteligencia Emocional. 

www.merceroura.es 


Deja un comentario

No lo intentes más


edge-3528319_640

A veces nos creemos muy valientes porque vamos por la vida plantando cara a las adversidades y sacándole el aprendizaje a todo. Porque cuando otros desisten, nosotros persistimos. Porque aportamos un poco más cuando todo el mundo ya acaba y se va a casa… Porque defendemos nuestras ideas cuando los demás bajan la cabeza… Porque sabemos lo que queremos y parece que nada ni nadie nos arruga. Y eso es genial, pero es al fin y cabo una lucha en círculo que topa siempre con las mismas paredes. Tener que estar siempre peleando por demostrar y por seguir. Estar siempre forzando la máquina para salir del redil y no formar parte del rebaño, pero sin dejar el rebaño porque nos definimos a través de él intentando no ser como él, jugando a las normas establecidas dentro de él… Sintiéndonos juzgados por no pertenecer a él.

Una vez me dijo una persona muy sabia que yo era una «cobarde muy valiente» porque me peleaba con quien fuera por defender mis valores, pero que al mero hecho de creer que tengo que defenderlos me convertía en sumisa… Desde el momento en que casi pedía disculpas por ser distinta y demostrar mi valor a pesar de mis diferencias ya estaba diciéndole al mundo que me perdonara por no ser como debo, por no responder a sus cánones y ya estaba pidiendo que me mirara con otros ojos y suplicando clemencia… Estaba  pidiendo permiso para volver al redil.

Cuando nos pasamos la vida luchando por defendernos, estamos decretando que somos atacables… Estamos jugando al juego de aquellos a los que no queremos parecernos, estamos decidiendo que seguimos sus normas en lugar de soltar la necesidad de ser como ellos deciden, de vivir según sus reglas. De dejar de explicar continuamente porque no queremos lo que ellos quieren y no nos resignamos a lo que ellos se resignan…

No te excuses. No pidas permiso para ser tú. No expliques tu «para qué» pidiendo perdón por no buscar lo que ellos buscan y porque no te llena aquello con lo que ellos tapan su vacío… No pidas piedad por querer ir más allá, no esperes que te acepten, sencillamente acéptate a ti mismo como eres y libérate de la necesidad de ir por la vida intentando que te entiendan, que te miren, que te vean, que se apiaden de tus ganas y tu fuerza y te den el visto bueno… Suelta la necesidad de que te integren en su círculo y mira en ti lo que la ha creado… Comprende qué hay en ti que te hace creer que necesitas que te necesiten, que busca que te acepten y valoren, que quiere que le dejen formar parte de su club… Descubre para qué quieres que te reconozcan y mírate en su espejo para ser consciente de que estás esperando su aprobación porque no tienes la tuya.. Que luchas para defenderte porque crees que eres digno de ser atacado y que te asusta tu vulnerabilidad…

Deja de buscar la palmadita en la espalda y que te digan que has hecho suficiente, que ya eres perfecto para ellos y sé perfecto para ti.

Date cuenta de que la verdadera valentía es no entrar en su juego, es no tener que demostrarles nada, no caer en sus redes que nacen de las redes que has tejido tú para que te acepten… Tu miedo a no encajar les ha hecho grandes ante ti. Tú mismo alimentas la necesidad de que te den el visto bueno porque no te lo das tú mismo esperando encajar en su mundo.

Abraza eso que sientes ahora. Tu miedo a no ser como crees que quieren que seas… Tu culpa sinsentido por ser diferente en un mundo que te pide que apuestes por ti pero luego te dice que te pongas un uniforme y no salgas de la fila. Siente tu necesidad de amarte y respetarte por encima de todo, digan lo que digan… Búscate a ti y deja de mirarles a ellos buscando respuestas, esperando que noten tu valor y te digan que sí… Date tú el sí que realmente necesitas.

Y no luches más por ser tú ni te excuses… Sé. Sólo eso. Confía en eso que eres. Descubre que no hay redil, no hay ovejas, no hay pastor. Que eso es su sueño y tú caminas a tu manera, que tú dibujas tu camino y pones tus normas. Porque cuando sabes de ti y conoces tu valor no necesitas mendigar que lo comprendan y lo vean, sencillamente lo compartes. Lo vives, lo expresas por cada uno de los poros de tu piel, lo impregnas… Que en el mundo que te rodea hay mucho por amar y mucho por aceptar y luego decidir que no te interesa. Que no tienes que pasar por el aro ni hacer cola para suplicar que te den algo que no va contigo, que no te define ni forma parte de lo que sueñas o necesitas realmente..

No esperes que otros te digan que vas bien, decide tú el camino. Puede que ellos no sepan orientarte porque no van a dónde tú vas y no buscan lo que tú buscas. 

No esperes que otros te acepten, sé tu propia inspiración. Ámate al máximo de tus posibilidades… Ámate poco a poco si hace falta, en los pequeños detalles, en los momentos difíciles y en los instantes más oscuros mientras intentas buscarte y no te encuentras porque todavía no te reconoces. 

No busques entre sus metas para encontrar tu meta, tú ya eres lo que buscas pero no te has dado cuenta porque estabas ocupado metiéndote en una horma que te va estrecha. 

Brilla desde lo que eres, como brilla una flor roja en un campo de flores blancas… Como brilla el faro solitario en la costa sacudido por las olas del mar sin más necesidad que orientas y ser luz…

Ser valiente no es solo defender tus ideas, es vivirlas hasta sus últimas consecuencias y hacer las renuncias necesarias para que lo que realmente eres encaje en tu vida.  Ser valiente es comprender que llega un día en que puedes dejar de defender tus diferencias y dedicarte a ser tú mismo. Que lo que toca, si así lo deseas, es potenciarlas y usarlas para marcar el camino, para inspirar a otras personas que también han decidido que no quieren ser ovejas y que rompen con la necesidad de pasarse la vida explicando o justificándose por qué no quieren formar parte del rebaño…

Deja de intentar que te comprendan y compréndete tú. No hay nada más valiente que aceptarse a uno mismo de forma radical en un mundo en el que muchos se pelean porque los demás respeten sus diferencias y les acepten a pesar de ellas.

Mientras sigas peleando para que entiendan que eres diferente, les estás dando coartada para seguir juzgándote por ello porque tú mismo te juzgas. Ellos están ahí porque les das poder y sigues sus creencias. Porque les alimentas esperando que te asuman y reconozcan. Mientras sigas defendiéndote por ser tú, en cierta forma, continuarás siendo ellos y mirándote con sus ojos. Crees que quedas al margen, pero sigues jugando su juego y creyendo en sus normas y esperas los mismos resultados que ellos esperan…

Tú no necesitas que te permitan vivir tal y como eres y te integren en sus vidas… Lo único que necesitas es dejar de pedir permiso y abrazar lo que eres absolutamente.

Deja de hacerte daño intentando encajar en un mundo en el que no cabes porque eres demasiado grande y maravilloso… Deja de luchar por ganarte un puesto que no deseas y de justificarte por no ser alguien que no eres.

Gracias por leerme. Espero que te sea útil para seguir en este camino apasionante y complicado. La verdad es que no es fácil conocerse, respetarse y amarse a uno mismo como merecemos… A mí me ha costado mucho, mucho. 

Si quieres saber más de este maravilloso trabajo de autoestima, te invito a leer mi libro

“Manual de autoestima para mujeres guerreras” un libro para que dejes de pelear por todo y empieces a sentir que las cosas puede fluir.

Disponible aquí 

amazon llibre merce amazon

AMARSE ES UN REGALO PARA TI MISMO, UN FIN Y NO UN MEDIO, UN LUGAR EN EL QUE TE SIENTES COMPLETO Y A SALVO.

GUÍA GRATIS : Por si quieres ir entrando en material, te ofrezco esta pequeña guía para empezar

7 pasos para mejorar tu autoestima, puedes descargarla aquí https://merceroura.es/lp-7-pasos-autoestima/ ¡completamente gratis!

Espero que te sea útil.

Acompaño a personas y organizaciones a a desarrollar su #InteligenciaEmocional con formación, conferencias y #coaching

Escritora y apasionada de las #palabras

Más información sobre mí y sobre mis servicios en www.merceroura.es

Gracias siempre por estar…