merceroura

la rebelión de las palabras

Ya era hora…

Deja un comentario


Muchas personas dicen que no saben amarse…
Realmente es complicado meterse en ese desconocido mundo de la autoestima, del tenerse en cuenta, de no dejarse de lado mientras ponemos a otras personas en el centro de nuestra vida. Encontrar la manera de ponerse como prioridad sin ir pisando o, más difícil aún porque es a lo que estamos acostumbrados desde siempre, no pisarse para favorecer a otros… Dejar de ponerse en último lugar y de olvidarse a uno mismo porque nos han explicado que si no lo haces, eres un egoísta.
Parece tan difícil aprender a quererse cuando en realidad es un ejercicio que estamos haciendo de forma constante con otras personas. A veces lo hacemos enteramente desde nuestro corazón y otras, en parte, esperando que ellas nos den eso que nosotros no hemos sido capaces de darnos. Que nos prioricen. Que nos tengan en cuenta y no nos dejen de lado. Que no nos pisen cuando tengan que pasar y valoren lo que les estamos dando.
Al final gran parte del problema siempre radica en lo mismo… Vamos mendigando al mundo aquello que nosotros prácticamente nunca nos hemos dado.
Y sí, eso no les exime de, a veces, habernos tratado mal y haber hecho las cosas sin ponerse ni un instante en nuestra piel, ni tener en cuenta nuestro dolor y nuestros sentimientos.
Y no, no es un reproche hacia nosotros mismos sino una toma de responsabilidad.
¿Cómo amarse a uno mismo?
Pues como amamos a otros… Escuchando lo que tenemos que decirnos, teniéndonos en cuenta, dejando espacio para que tengamos nuestro margen de error en nuestro margen de acierto… Siendo comprensivos cuando no somos nuestra mejor versión como haríamos con otras personas. Permitiéndonos fallar y caer y levantarnos… Y mientras nos tendemos la mano mirarnos con esos ojos de comprensión con los que siempre miramos a los demás. Sentirnos libres de decir no y de decir basta cuando realmente lo que está pasando nos duele demasiado. No asumiendo un papel que no es el que queremos representar en nuestra vida. No conformándonos con las migajas que nos dan porque recordamos que merecemos lo mejor. Siendo capaces de decir en voz alta aquello que llevamos siglos callando. Dedicándonos tiempo, pero tiempo de calidad no esos segundos y esos minutos escasos que nos quedan cuando ya estamos exhaustos y agotados de dedicar el día a todo lo demás. Sintiendo ese miedo y ese dolor que tenemos pendientes y atravesarlos sabiendo que, aunque sea incómodo, es la única forma de superarlos. Recordando que solo tenemos una vida y que no es que sea obligatorio pero estaría muy bien vivirla con sentido y respetándonos al máximo…
Mirarnos a los ojos y reconciliarnos con esa persona que lo vemos en el espejo, a la que hemos tratado muchas veces mal porque no sabíamos ver toda su belleza y toda su grandeza.
Perdonarnos por todo lo que pensamos que hemos hecho mal. Perdonar a otros por todo lo que pensamos que nos han hecho mientras nosotros lo permitimos y nos dejamos porque todavía no habíamos aprendido a valorarnos… Perdonarnos por no habernos sabido valorar hasta ahora y haber dejado que otros nos tratarán como en el fondo nos tratábamos a nosotros mismos…
Volver a empezar desde hoy. Desde ahora. Sin más pasado que los cinco minutos anteriores en los que hemos decidido que volvíamos a nacer. Sin cargas pesadas, ni reproches, ni pasados absurdos que nos digan que tenemos que seguir unas normas que no son nuestras normas… Dándonos aquello que muchas veces reservamos para otros y tomando nuestra parte del pastel de la vida que nunca nos atrevimos a pedir por si no nos querían dar o sentíamos vergüenza al ponerlos en la cola porque parecía que no nos tocaba un pedazo.
Y esta vez ser amables y comprensivos. Porque estamos aprendiendo a amarnos y todavía no somos maestros en esto del amor propio. Si vemos que no sale bien o eso parece, que nos está costando mucho… En lugar de criticarnos y exigirnos más, vamos a abrazarnos y a mirarnos con cariño como miraríamos a otros en la misma situación…
En realidad, amarse es mucho más sencillo de lo que parece. Se trata de hacer lo mismo que llevas haciendo toda la vida para otras personas pero esta vez para ti.
Esta vez te toca a ti. Ya era hora ¿No? Te toca protagonizar tu vida.

Gracias por leerme. Espero que lo que escribo te sea útil.

Te invito a leer mis palabras en formato libro, en este caso con mis poemas..

Las palabras van a curar nuestras heridas porque nos ayudarán a decir en voz alta lo que nos duele y poner nombre a nuestros miedos… Este es mi primer libro de poemas, en ellos hablo de la vida y de traspasar miedos.

Es un compendio de palabras que hablan de sacarse las espinas clavadas y decir en voz alta aquello que a menudo callamos…

Una mirada bárbara a esa vida que vivimos y no nos satisface mientras esperamos una vida mejor que nunca llega porque no hacemos nada para que eso suceda.

Habla de amor y de desamor. De amar tanto que a veces te quedas solo amando y descubres que nadie está a tu lado en ese amor y, gracias a ello, acabas encontrándote a ti mismo. De desear tanto que das la vuelta a la esquina y te das cuenta de que el deseo te llevó a atravesar tus miedos más rotundos y encontrarte de verdad.

Son poemas irreverentes, imprudentes y sinceros que esperan hacernos reflexionar sobre si la vida que habitamos es la vida que merecemos y, si la respuesta es no, hacer que nos levantemos del sofá.

Puedes comprar aquí «Algunos Poemas bárbaros»

Soy coach. Si prefieres que te acompañe personalmente, he preparado un programa para tomar decisiones y salir de bucle en que te encuentras. Un entrenamiento exclusivo que en 40 días te permitirá reconocer tu potencial e ir borrando poco a poco las creencias y hábitos que frenan tu autoestima y tu evolución… ¡Echa un vistazo y toma ya esa decisión que puede cambiar tu vida! ¿Te acompaño?

Toma decisiones y cambia tu vida en 40 días 


Por cierto, si no quieres perderte nada de lo que publico en mis redes y las últimas novedades, te invito a suscribirte a mi canal de telegram

Autor: merce roura

Amo la imprudencia de mis palabras...

Deja un comentario