merceroura

la rebelión de las palabras

Lo que depende de ti

Deja un comentario


Hay pocas cosas en realidad que dependan de ti.

No depende de ti si te contratan, porque no tienes la última palabra… Puedes tener experiencia y conocimientos, puedes tener habilidades y ser empático pero nada de eso garantiza un sí.

No depende de ti que te quieran. No está en tus manos encontrar una pareja que sienta lo mismo que sientes tú, que te valore y que se enamore de ti cuando tú te enamoras de ella.

Puedes poner todo de tu parte para hacer sentir bien a alguien y dárselo todo incluso y, esa persona puede no querer nada de lo que le das.

Puedes ser generosa, amable, interesante, divertido, con mil cosas que aportar pero eso no te garantiza tener amistades y que estas amistades sean personas en quien puedas confiar…

Es cierto, todo esto lo pone más fácil, pero no siempre.

No siempre se recibe lo que se da y menos de quien ha recibido nuestro cariño, respeto y valor.

No podemos forzar las cosas y cuánto más lo intentemos más desastroso será el resultado.

Se nos habla mucho de insistir, pero en realidad, todos nos damos cuenta de ese momento en que la cuerda se rompe y todo se desmorona.

Cuando por más que des queda claro que no vas a recibir.

Cuando por más que esperes, queda claro que nada va a llegar.

Cuando por más que preguntes por qué, sabes que no habrá una respuesta o que la respuesta que se te da no te aclara nada.

No hay nada que hacer más que dejar de hacer.

Cambiar de rumbo, aceptar y recomponerse.

Darse cuenta de qué se repite una y otra vez en nuestra vida y comprender el patrón de pensamientos y creencias que nos ha llevado hasta allí. Dejar de culparse y reprocharse.

Ver cuánto nos repetimos una y otra vez en los mismos comportamientos esperando que algo sea diferente, que algo cambie y nada cambia nunca.

Porque lo único que podemos cambiar está en nosotros.

A veces la vida te pone cortafuegos para que no tengas más remedio que darte cuenta de que no es por ahí… Que estás llamando a una puerta que no se abrirá. Y puedes pasar un siglo de vida intentando exigir, suplicar, comprender pero el resultado es el mismo. Porque lo que necesitas no es seguir mendigando nada sino parar para observar qué te dice la vida de ti.

Nos entretenemos tanto pensando y dando vueltas para descubrir por qué otra persona no te valora, no te responde, no te ama… Y aunque es lógico, no tiene sentido porque nunca lo sabremos. A veces, ni siquiera cuando nos da una explicación tiene sentido para nosotros o tal vez ni se sostenga…

¿Y para qué? ¿De qué nos sirve para seguir adelante? Nos podemos llegar a quedar a vivir en la necesidad de encontrar una explicación y se nos pasa la vida en algo que tal vez ni exista o si existe no nos llevará a nada ni nos aliviará el dolor que sentimos. Puedes vivir el mismo rechazo mil veces con personas diferentes y si te entretienes a lamentarte del por qué de su rechazo lo único que haces es sentirte desgraciado y no darte cuenta del aprendizaje que te propone la vida en esta situación.

No hay nada malo en ti. No estás hecho de substancia rechazable. No es lo que pasa, es cómo lo vives y lo interpretas y eso es lo único que puedes cambiar. Y en la medida que cambias eso, lo demás también cambia.

La única forma de cambiar los resultados es cambiar los ingredientes y la fórmula. Los pensamientos, las creencias…

Lo único que podemos hacer es perdonar y permitirnos observar cuál es el mensaje de la vida, no el de ese jefe que no nos trata bien o el de esa persona que nos hace ghosting.

Nos quedamos detenidos esperando algo que no llegará nunca o dando vueltas a por qué alguien nos trata con tanto desprecio si nosotros le hemos amado tanto… Y no nos damos cuenta del desprecio con que nos tratamos nosotros mismo esperando…

Y somos lo único que nos queda. Nuestra única y verdadera esperanza.

Lo que sí depende de nosotros somos nosotros mismos.

Ser capaces de darnos cuenta de que nos metemos en callejones sin salida y nos hostigamos. Nos exigimos y maltratamos. Nos dejamos a medias y nos privamos de cosas que nos hacen bien para demostrarle a un mundo que no nos está mirando de todo lo que somos capaces…

Cada vez que te niegas a ti mismo para quedar bien ante otro estás pisando tu autoestima y de forma inconsciente perpetuando esa situación.

Lo más triste e irónico es que una y otra vez nos humillamos y menospreciamos ante los demás esperando que se apiaden de nosotros y valoren, que nos rescaten de ese hoyo oscuro en el que nos metemos por caer bien, y nunca lo hacen. No lo harán jamás. Porque nadie que necesite verte hundido para valorarte es capaz de ver tu belleza y capacidad, Y el hoyo será cada vez más profundo…

Hasta que un día, estés tan metido en él que te des cuenta de que lo único que te queda es salir de ahí. Hasta que te des cuenta de que eres tú única esperanza para no volver a caer o, al menos, la próxima vez no hundirte tanto y levantarte antes.

En ese momento eres la única persona que puede darte el consuelo que necesitas y mereces. Habrá otras con maravillosas intenciones que puedan ayudarte, pero la única con poder para hacer cambios en ti eres tú…

Eso es lo que depende de ti.

Gracias por leerme. Espero que lo que escribo te sea útil.

Escribo sobre hacer cambios en tu vida para poder transformarla si realmente estás harto y cansado de repetir siempre las mismas experiencias y vivir en bucleSi te interesa, te invito a leer mi libro, si realmente quieres hacer un cambio en tu vida.

Haz click aquí 

¡Ríndete! Deja que tu mundo caiga

Si prefieres que te acompañe personalmente, he preparado un programa para tomar decisiones y salir de bucle en que te encuentras. Un entrenamiento exclusivo que en 40 días te permitirá reconocer tu potencial e ir borrando poco a poco las creencias y hábitos que frenan tu autoestima y tu evolución… ¡Echa un vistazo y toma ya esa decisión que puede cambiar tu vida! ¿Te acompaño?

Toma decisiones y cambia tu vida en 40 días 


Por cierto, si no quieres perderte nada de lo que publico en mis redes y las últimas novedades, te invito a suscribirte a mi canal de telegram

Autor: merce roura

Amo la imprudencia de mis palabras...

Deja un comentario