He llegado a creer que ya existes como yo te sueño. Que mis pensamientos han obrado la magia de crearte y darte vida… Y que me esperas tomando un café y pensando que tardo, imaginando cómo es mi risa y deseando tocar mis cabellos siempre alborotados.
He llegado a creer que de tanto soñarte has tomado forma y tienes cuerpo. Veo tus ojos y tu sonrisa, te intuyo y sé exactamente quién eres y cómo te sientes.
Cuando estás solo noto tus aullidos roncos y tu respiración angustiada. Buscas abrazo y acabas sucumbiendo a un rezo sordo, a una súplica tediosa que desemboca en un camino sin salida, sin destino, sin sentido.
Te veo dejar pasar los trenes que intuyes que no son tu tren, que no te llevan a ese lugar donde los abrazos no se piden, se gozan… Te veo dibujar esbozos en las servilletas de los bares, intentando trazar mi cara y manchando de café mis labios aún por definir.
Imagino que me besas sin saber que me besas y que me rondas sin saber dónde estoy.
He llegado a pensar que notas cómo te sueño y cuánto te busco. Que percibes el canto desesperado de la sirena que habita mis vísceras revueltas. Que hemos andado por la misma esquina sin encontrarnos, que nos ha alumbrado la misma farola en un tiempo remoto y descompasado.
He imaginado que cuando tú vas, yo vuelvo. Que hemos tocado el mismo puñado de arena y el mismo mar nos ha rondado los pies… Que tú miraste al sur esperando una respuesta y yo miraba al norte buscando una señal… Que nuestras miradas no se cruzaron por un segundo y nuestros caminos entrelazados pasaron demasiado tiempo en paralelo como para tropezar…
Te veo despertar sin ganas y soñarme sin saber quién soy. Y me gustaría quedarme a compartir el aire que respiras y la nube que cubre tus días… Te veo fundirte con el asfalto esperando ponerme nombre y dibujar mi rostro con tus manos cansadas. Te veo desearme sin que yo tenga cuerpo en tus pensamientos y caminar por mis esquinas sin poderme tocar.
He llegado a creer que aunque no me conoces, me notas. Que me intuyes porque mis pensamientos son tan poderosos que llegan a tus oídos y, aunque no puedes descifrarlos, te acarician el cuello y te besan la mandíbula cansada y los hombros caídos.
A veces, creo que es locura lo que pienso. Otras, estoy convencida de que, al final, mis deseos se convertirán en cuerpo y mis pensamientos le darán la vida.
A veces, te busco entre las multitudes. Lo hago por costumbre, aunque sé que no estás. Siempre lo sé, porque noto un vacío en las entrañas que nada llena y un frío en la espalda que nada apacigua. Sé que te gusta la calma de las tardes perdidas en los libros y que buscas baile algunas noches para poder dejar de pensar.
Sé que el pecho te arde y la furia te enciende porque te cansas de buscar algo que no entiendes. Y que ese algo soy yo… Sé que te falto aunque nunca me has tenido.
Sé que me añoras, aunque no conozcas ni mi abrazo ni mi beso.
Sé que piensas y que tus pensamientos a veces son dagas. Noto que te asusta imaginar porque acabas necesitando lo que imaginas y no puedes tocarlo. Percibo que abrazas de recuerdo y besas de memoria y noto tu dolor atravesar las paredes y llegar a mi mar.
Y me vuelve loca no poder devolverte el abrazo y el beso. No poder acabar contigo el dibujo sin rostro de la servilleta y no bailar contigo esta noche.
Necesito entrar en tu cabeza y llevarte de la mano a mi mundo de fuego y pisar la misma esquina, en el mismo momento y verte reír. Contar historias de amores antiguos y extraños para que sepas que amo desde hace siglos y acumulo mucha ganas de flotar.
He llegado a pensar que algún día leerás uno de mis versos locos y hambrientos, sabrás que existo y me vendrás a buscar. Que necesitarás a quién escribe esas palabras porque son tus palabras, aquellas que tenías en la lengua y casi no te atrevías a susurrar, las que llevabas prendidas en el pecho desde hace siglos y no te atrevías a soltar.
Y cuando cruces la puerta de mi refugio y veas mis ojos líquidos, me pedirás que me vaya contigo sin saber a dónde.
¿Bailas? Me preguntarás como si me conocieras desde siempre…
Bailo, yo siempre bailo…Diré con la voz rota y los ojos llenos de lágrimas por un amor que deja de ser imaginario y empieza a ser real.
4 de diciembre de 2016 en 12:50
Leerte me recuerda y reaviva el sueño del amor compartido. Gracias!
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4 de diciembre de 2016 en 13:54
Qué bien! me alegro mucho!! gracias 🙂
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4 de diciembre de 2016 en 7:33
Merce, buen día. Acabo de descubrirte y me instalo aquí cerca de tí. Un abrazo
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4 de diciembre de 2016 en 10:15
Ostras!! ver este comentario, una mañana de domingo sobre lo que escribo es maravillo! sólo me queda decirte, entra y ponte cómodo, mis palabras son tuyas!! mil gracias! un abrazo 🙂
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8 de junio de 2016 en 11:59
Reblogueó esto en PILAR QUILESy comentado:
Intenso
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2 de mayo de 2016 en 9:34
Si no tienes inconveniente tuiteo el enlace a mis seguidores. Gracias
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2 de mayo de 2016 en 10:06
Claro!! Gracias a ti 😉
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30 de abril de 2016 en 10:27
Me ha encantado. Por la forma i por el fondo. Esa capacidad q tienes de hacer soñar, de hacer salir esas… emociones positivas.
por cierto, y de tu libro q hay? Está editado ya o no?
petons i salut.
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30 de abril de 2016 en 13:12
Muchas gracias!! el libro publicado hace tiempo!!! un abrazo 🙂
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30 de abril de 2016 en 17:21
ah, que bé! no ho sabia… Una abraçada.
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30 de abril de 2016 en 17:35
🙂
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30 de abril de 2016 en 9:11
Me ha encantado leerlo. Y sobre todo ese toque «erótico-mágico» del relato. Al menos yo lo he sentido así.
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30 de abril de 2016 en 9:20
«Erótico-mágico» me gusta como suena!! gracias 🙂 un beso!
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30 de abril de 2016 en 7:46
Preciós Mercè…
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30 de abril de 2016 en 7:51
Moltes gràcies!! una abraçada 🙂
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29 de abril de 2016 en 22:54
Gracias por compartir estas bellas, lindas e intensas palabras. Me hiciste seguir soñando, transportarme a ese mundo de sensaciones y emociones que me apasiona vivir…, gracias, gracias!
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30 de abril de 2016 en 7:52
Es genial que lo sintieras así! me alegro! un abrazo y mil gracias 🙂
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29 de abril de 2016 en 20:58
Caray, las oscuras golondrinas han quedado atrás
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29 de abril de 2016 en 20:59
Revolotean… Gracias 😉
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29 de abril de 2016 en 20:28
Muy bueno, Mercè. Me ha encantado.
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29 de abril de 2016 en 20:35
Muchas gracias!! Me alegro 😉
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29 de abril de 2016 en 20:20
Muy hermosas palabras y que sentimiento tan grande llevas en cada línea.
KnHs
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29 de abril de 2016 en 20:34
Siento cada palabra… Gracias 😉
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29 de abril de 2016 en 19:29
Que bonito!!! me has hecho «ver» los pensamientos y los sueños, los pasos, las calles, la esquina, el brillo en la mirada…wow!! tengo la sensacion de haber salido de ver una pelicula y no acabar de volver a tomar contacto con la «realidad»…gracias!!! 🙂
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29 de abril de 2016 en 19:31
Genial que te haya gustado y hayas sentido mis palabras! me alegro! gracias! un beso 🙂
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