No podemos pasarnos la vida culpando a otros de los que nos pasa. No somos lo que nos pasa, somos la forma en que lo afrontamos y lo vivimos. No somos nuestros miedos, somos la manera en que nos enfrentamos a ellos. Somos las palabras que usamos y todas y cada una de las quejas que nos repetimos cada día. Es la hora de no cerrar nuestra mente y tomar las riendas, gestionar nuestras emociones y sacarles partido, porque todas nos traen algo positivo, aunque duelan o asusten. Ha llegado el momento de responsabilizarnos de nuestra felicidad y nuestra vida y dejar de culpar a las circunstancias. Lidera tu vida porque si no la liderarán otros.
6 de junio de 2016 en 19:29
Me encanto!!! Es sorprendente como en ocasiones por no asumir la responsabilidad de nuestros actos nos creemos “victimas”.
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6 de junio de 2016 en 19:31
Cierto, aunque a veces almacenamos mucho dolor y no sabemos cómo gestionarlo y cuesta mucho confiar y dar el paso… gracias 🙂
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