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la rebelión de las palabras

Para héroes

23 comentarios


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Sufrir es fácil. Hay incluso grados de sufrimiento. De soportable hasta altamente lacerante. Todos sufrimos. Nos golpeamos en la cabeza una y otra vez porque no aprendemos. Aprender es lo difícil. Sacar algo bueno del dolor. Usarlo como palanca para subir un eslabón más en nuestra evolución como seres humanos. Dejar de ser «el despedido», «la enferma», «la del corazón roto», «el que nunca encuentra nadie que le quiera»… Arrancarse la etiqueta que tú mismo, a veces con la nada menospreciable ayuda de otros, te has puesto y dar la vuelta a todo. Coger esa sensación pegajosa y altamente adherente que es el dolor y todos sus acólitos (la pena, el asco, la baja autoestima) y utilizarlos para conseguir la gloria. Saber remover entre esa masa amorfa y encontrar un hilo del que tirar para construir, para levantar una fortaleza, para sacarte de encima una coraza más y no para poner una nueva… Cuando nos hacen daño, debemos sacarnos las corazas porque si las ponemos de nuevo no superaremps la prueba y seguramente volveremos a caer…

Llorar es fácil. Lo duro es convertir las lágrimas en perlas, como las ostras. Encerrarse lo mínimo necesario para recapacitar sobre los daños sufridos, curarse, encontrar un abrazo tibio de alguien querido y luego tomar impulso. Coger esa pena enorme que te hunde los hombros y fabricar algo hermoso. Coger la rabia acumulada y usarla como energía, como una fuerza extraordinaria para levantarse, ni que sea para llevar la contraria al mundo o a uno mismo, a esa parte de ti que cree que no volverás a confiar ni amar sin red. Ese tú que te traiciona y se apunta a criticarse cuando otros te infravaloran, que les allana el camino cumpliendo las expectativas que han pensado para ti sin apenas conocerte.  Ese enemigo silencioso que se queda en casa amargándose, que se esconde, que se cree inferior a no sé qué ser maravilloso que algún día creyó ver. Esa persona que a veces te habita pero que no te quiere como debe, como podría y como mereces. Ese tú que te traiciona y da la espalda…

Ponle a trabajar para ti. Toma su asco, su rabia, sus ganas de fastidiarte y haz que barra tu interior, que se lleve la porquería de la que lo ha cubierto durante mucho tiempo, que limpie cada rincón y te ayude a dar el salto hacia ti mismo. Construye con el material que sea, con lo que pilles, pero construye. Toma dolor y transfórmalo en belleza… Hay tantos tipos de belleza que seguro que tú dominas uno… Hay tantos talentos como seres humanos, seguro que tú tienes talento para mucho.

Sufrir es fácil. No te queda más remedio que sentir. Sacar de ello una oportunidad para crecer y evolucionar es para héroes. Para esas personas corrientes que en realidad son extraordinarias pero no lo saben . Esas que después de caer ya buscan la forma de volver a la carga.

Hay muchos tipos de dolor y todos llevan consigo un mensaje, una moraleja. Aunque no nos guste, aunque no queramos volver a sentirlo porque no lo merecemos… Aunque una vez está ahí, ignorarlo no sirve nada porque nunca se esconde lo suficiente y acaba saliendo a la superficie con más ganas. Es mejor oír su canto, escuchar ese ruido interior y usarlo para salir de esa masa espesa de dolor que nos escama la piel y nos cubre de negatividad.

Sufrir es fácil, terrible pero fácil. Sumirse en ese dolor y quedarse en silencio. Un silencio interior que nos convierte con recipientes vacíos, en almas convexas que repelen y rechazan todo lo bueno que llega por temor a que se esfume, por temor confiar y perder…  Ver como el mundo va de prisa y tú no lo alcanzas. Permanecer callado cuando todos hablan porque en tu cabeza oyes mil pensamientos que te acaban agotando y que se repiten y repiten sin parar. Salir corriendo para encontrarte a ti mismo, encerrarte y rendirte ante la comodidad de no tener que figurar ni sonreír…

Lo complicado es quedarse y no correr. Preguntarse por qué duele y pensar cómo resolverlo. Sentir el vacío e imaginar cómo llenarlo de forma coherente y sin apaños, sin medias tintas, sin remiendos extraños… Y no repartir culpas ni ahogarse en las quejas, por más justas que sean. Aunque otros hayan pateado tus derechos y hayan jugado contigo. Las culpas no sirven de nada. Si les das eses poder, ellos serán incapaces de darse cuenta del daño que hacen y seguirán pateándote y tú perderás la oportunidad de asumir la responsabilidad de dirigir tu vida y cerrarles la puerta. Cierra la puerta y ya está. Olvida. Que en tu mundo no quepan pateadores, farsantes, jugadores con corazones ajenos, arrogantes, maltratadores, ni nadie que no sepa estar a la altura de lo que mereces como persona.

Y luego, convierte el dolor en  belleza, en segunda oportunidad, en algo que mate de una vez tus complejos estúpidos, en el  salvapantallas de tu nueva vida, la energía que construye y abre puertas…

Escribe, dibuja, explica, baila, corre, juega, esculpe, proyecta un edificio maravilloso, crea una red de personas que cambien el mundo… Hazlo con la máxima intensidad, con toda la emoción posible, con todas la ganas que almacenas y eres capaz de sembrar en lo que haces… Ama cada momento que dediques a no pensar en tu tragedia. Cierra  los ojos y date cuenta… La suerte es este ejercicio, este momento. Darse cuenta a tiempo de que puedes, para descubrir cómo y tener claro por qué. Reinventarte. Coger las piedras del camino para construir tu fortaleza. Como usar la fuerza del viento para mover el molino… Como recoger la lluvia para llevar el agua a la tierra más yerma.

Sufrir es fácil. Pocos se escapan. Edificar algo sólido y bello sobre ese dolor es sólo para los que no huyen, para los que son capaces de sobreponerse y levantar la cabeza. Para ti también, aunque a veces lo olvidas y la capa de dolor que te cubre no te deja ver lo mucho que brillas cuando te sacas el disfraz de segundón en tu vida… Usa el bache para tomar impulso…

Sufrir es fácil, lo hacemos todos en algún momento, lo complicado es no convertirlo en forma de vida ni quedarse pegado a ese sufrimiento sino usarlo para fabricarse unas alas.

Eres un héroe, te tienes en pie pase lo que pase… 

Autor: merce roura

Amo la imprudencia de mis palabras...

23 pensamientos en “Para héroes

  1. Reblogueó esto en Alejandra Sierray comentado:
    Vencer los miedos, las culpas y los desaciertos… un motivo de lucha para seguir adelante, para enriquecernos, para vivir plenamente.

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  2. Qué linda forma de ver la vida, creo que esa es la clave para que el dolor sea menos largo y menos intenso, tratar de superarlo con buena actitud. En esta vida todo es un aprendizaje, todo pasa como debía pasar, no podía ser de otra manera, solo nos queda sacar un aprendizaje y seguir con una sonrisa.

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  3. Realmente escribes cosas «grandes» gracias

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  4. Es importante este tipo de reflexión que nos lleve a pensar más allá. Saludos desde Más que vivir.

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  5. justo hoy leo esto y te cuento que sos mi espejo en mi ser. Así estoy viviendo desde el dolor y me preguntándome hasta cuando? y me introduciré en mi alma para sanarla y poder crear alas de este dolor. gracias ! lo comparto

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  7. Vivir nuestro dolor, porque es nuestro. Real o imaginario, existe la diferencia?. Al vivirlo puede que se transforme en otra cosa que solo nosotros sabemos interpretar. Vivir el dolor para parir algo diferente al dolor.
    Gracias Mercé eres mi espejo interior.

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  8. Pingback: Para héroes Por @MerceRoura | Bienestar ...

  9. Una vez más he llorado leyendo tus palabras, porque cuando lo hago, veo que expresan perfectamente cómo me siento… Gracias por hacerlo, espero poder coger todas esas piedras y todo ese dolor que tengo encima, y ese enemigo, que soy yo mismo, para poder construir algo bello, algo que me ayude a levantarte todos los días, y continuar.
    Gracias, de verdad, por todo lo que escribes….
    Un cariñoso saludo…..

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  10. «… Que en tu mundo no quepan pateadores, farsantes, jugadores con corazones ajenos, arrogantes, maltratadores, ni nadie que no sepa estar a la altura de lo que mereces como persona.
    Y luego, convierte el dolor en belleza, en segunda oportunidad, en algo que mate de una vez tus complejos estúpidos, en el salvapantallas de tu nueva vida, la energía que construye y abre puertas…». ¡Sublime!

    Un saludo cordial

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  11. Dicen que el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional. Me ha gustado mucho el artículo por esa invitación que ofrece a zarandear el dolor y hacer algo con él. Creo que lo primero y esencial para evitar que se enquiste es afrontarlo y cómo dices, Mercè, preguntarnos por qué duele. En el caso del duelo, sabemos bien que para superar el dolor hay que abrazarlo, afrontarlo. Hay que meterse en él para luego salir creando cosas bellas. Así planteamos desde Artmemori, la importancia de conectar con el dolor para superar el duelo: http://artmemori.com/blog/blog/95/conectar-con-el-dolor-para-superar-el-duelo.html ¡Enhorabuena por el blog!

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  12. Qué bonita la idea de «usar el sufrimiento para fabricarse unas alas». Me parece una forma muy bella para hablar de Resiliencia. Gracias¡

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  13. Pingback: Para héroes | Gestión del Talento...

  14. Reblogueó esto en blackandwhitewings.

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