merceroura

la rebelión de las palabras

Contra la cultura de la resignación

29 comentarios


No nos educan para querernos. Ni en la escuela ni fuera de ella. Muchos maestros, de esos que educan personas y no se dedican solo a trasmitirles conocimientos, lo intentan. Nos explican que tenemos que respetar a todo lo ajeno, las ideas y las personas, pero esa semilla a veces no llega a germinar.

Aleccionamos a nuestros hijos con pautas, muy necesarias, con rutinas, muy básicas, pero deberíamos enseñarles a ilusionarse, a poner en marcha un mundo en el que todo dependa del grado de emoción y pasión que le pongamos a las cosas… Un mundo en el que el esfuerzo tenga una recompensa que dura siempre, el amor propio.

Deberían educarnos para tomarnos la vida con ganas…

Encontrar la dignidad que te da respetarte a ti mismo y mirar el camino recorrido y saber que ha sido duro, angosto, agotador… pero que ha sido nuestro. Enseñarnos a disfrutar ese trayecto y valorar lo que en él se aprende, sus lecciones más dolorosas también… las que te quedan retenidas en ese pedazo de ti que no tiene ubicación física, pero que te rige la necesidad de mejorar.

Deberíamos educar a nuestros hijos para ser pastores y no rebaño. Para ser líderes y no masa. Para conformarse y adaptarse pero sin resignarse. Para que sueñen con elegir sus destinos y no con dejarse llevar y agazaparse en un reducto gris y sin estímulo. Enseñarles a quererse más… apreciando lo que ya poseen y valorando lo que les rodea… y sobre todo, enseñarles a soñar y madurar lo suficiente para soportar no siempre conseguir lo soñado… y no rendirse y continuar y caer y levantarse y al día siguiente ser capaces de buscar nuevos retos sin más ansia que superarse pero sin el agobio de competir con uno mismo… el peor juez y verdugo siempre mora en nosotros…

Deberían educarnos para levantar imperios, pero edificados en el respeto y las ganas de cambiar el mundo. Mostrarnos cómo guiar y liderar y no cómo escabullirse de las responsabilidades y esperar en una esquina a que otros abran paso.

Deberían decirnos que nunca se sabe cuántos pasos hay que dar para llegar a una cima y que después de esa cima llega otra y que lo mejor es lo que recogemos a cada palmo del sendero. Y con quién nos encontramos. Deberían enseñarnos a encontrar personas que nos estimulen, que nos forjen, que nos digan las palabras que necesitamos oír para seguir… no personas tóxicas que nos frenan porque se creen que anclarnos a nosotros les da alas a ellos.

Deberían mostrarnos lo maravillosos que podemos ser y lo mucho que podemos ofrecer y lo más que nos merecemos recibir. Así no nos conformaríamos con menos. No aceptaríamos amigos a medias, amores a medias, responsabilidades a medias… No viviríamos a medias.

Alguien debería decirnos la primera vez que caemos que es un primer paso para alcanzar la meta.

Deberían explicarnos que la ilusión es el motor de todo, el pegamento de nuestra vida. Que es la diferencia entre nacer cada día o morir un poco cada minuto que pasa.

Deberían enseñarnos que la ilusión es la materia básica para generar nuestros movimientos. El material del que se fabrica nuestra vida.

Autor: merce roura

Amo la imprudencia de mis palabras...

29 pensamientos en “Contra la cultura de la resignación

  1. Hoy solo ponerte un favorito mas brillante que la estrella mas brillante por la noche…..pides mucho..creo que para ello deberíamos ser educados por terapeutas..y exagerando por maquinas…los docentes tienen sentimientos.. y ellos ,insconcientemente o concientemente afloran y se manifiestan en su manera de enseñar y educar…pero voto y lucharía hasta la extenuacion,por conseguir una educación asi

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  2. Me gusta mucho, pero ya está bien de quejarse ¿no? Hablas de cosas que alguien debería haber hecho o como algo que deberíamos hacer. Dices: «deberían explicarnos…» ¿No lo estás haciendo tu? ¿No es tu responsabilidad y la de todos (yo incluido, por supuesto) llevarlo a la práctica? No decir, no explicar, sino hacerlo. Si más no, intentarlo. Creo que esa es la mejor educación que les podemos dejar a nuestros hijos. No les podemos enseñar a ser pastores si somos rebaño.

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  3. Dijo Aristoteles: «dale poder a un hombre y le conoceras» no será que de lo que intentamos culpar a otros lo somos nosotros mismos tambien?

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    • Puede, somos imperfectos, yo soy muy imperfecta. Cuando escribo quiero decir lo que quiero decir. Luego cada uno puede hacer la lectura que desee… No doy consignas ni normas, cuento lo que siento o pienso. Si no coincide con otras personas no pasa nada. Cada uno vive en su reino.

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  4. Pues parece ser que los que tiene la sarten por el mango son los mismos de siempre

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  5. merce a que cree usted que es debido el que No nos educan para querernos.?

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    • Pues en gran parte sí. Somos lo que somos y lo que nos han dicho que somos. Nos educan muchas veces para tener miedo y no arriesgar nada, para pisarnos a nosotros mismos. Lo hacen sin querer hacernos daño porque así les educaron a ellos y creen que es lo correcto. La baja autoestima es el origen de muchas dictaduras, en masa e individuales. Personas que se pasan la vida pisando a otros porque necesitan sentirse bien, cuando en realidad necesitarían quererse y valorarse. Entonces no necesitarían pisar a nadie sino compartir momentos.
      El miedo nos ayuda a veces a ser prudentes pero no puede dominar nuestra vida. Evidentemente, cada uno elije, pero lo que nos han inculcado marca las normas por las que nos regimos. Nos dice lo que está bien o mal. Somos lo que nos enseñaron a ser. Se puede cambiar, cierto pero se debe querer mucho hacerlo. Yo creo en el cambio. Las personas somos capaces de hacer cosas maravillosas si creemos en nosotros mismos y estamos motivados. Cambiar no es sólo necesario sino posible. La educación no lo es todo, claro. Hay personas que a partir de un hecho parecido reaccionan de forma muy distinta, pero la educación pesa mucho.
      La respuesta a la pregunta es «en gran parte sí». Todo? no, nunca. No hay verdades absolutas. Generalizar es equivocarse seguro. Hay mil puntos de vista y pueden ser válidos. No tengo muchas respuestas, me hago muchas preguntas eso sí.

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      • Si, la cosa es complicadilla.
        De todas formas nuestra naturaleza da testimonio de que las cosas andan mal, que no son como deberian ser, como dijo un poeta «el hombre es el unico animal que rie y llora porque es el unico ser que distingue entre las cosas que son y lo que deberian ser»
        Parece ser que nuestro diseño esta hecho para otra clase de sociedad, como dijo otro pensador » la historia no es mas que un cumulo de hechos que nunca hubieron tenido que suceder»
        Pero claro esto no es nuevo de ahora lo que usted tan bien comenta parecer ser que es una constante en la historia de la humanidad.
        Y otra pregunta que surge es., porqué ha prevalecido este sistema nefasto que ni es logico ni justo ni necesario?

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      • Porque a los que tienen la sartén por el mango les va bien… Cuando algo se perpetua es porque a algunos les va bien y otros lo permiten, creo.

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      • en cuanto a lo que dice usted de que somos lo que somos, yo añadiria algo que creo queda mas completo «somos los que somos pero sobre todo somos lo que hacemos para cambiar lo que somos»

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      • Me parece una frase genial 🙂 Estoy de acuerdo totalmente!

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  6. Eso es. No basta con enseñar y formar, sino que hay que fomentar la aplicación de ese conocimiento y formación, en desarrollar criterio que guíe el libre albedrío hacie el interés general, como bastión donde se blinda el propio. El interés, el derecho, la libertad… de cada uno reside en los de todos, y todos tenemos que ser uno en las causas comunes, aún conservando y protegiendo la diversidad cultural, ideologíca o étnica, de diversos colectivos o regiones.

    Muy bien Mercé. Magnífica, como siempre.

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  7. Mercèe ha encantado esta entrada, la voy a compartir inmediatamente. El resto de post que he leido me convierten en tu lectora porque escribes con una fuerza que me inspira.
    Gracias y enhorabuena.

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  8. Mercè…
    Deberian deberian… Cierto es!
    Totalmente d acuerdo contigo. Tu lo explicas muy bien.
    Y q difícil como madre estar «atenta», observar,corregir,potenciar…
    Me ha hecho pensar especialmente el educar para ser líderes o rebaño.
    Me temo q resulta mas interesante (para esos líderes) mucho rebaño.
    Q sepamos/podamos perseverar y ver los resultados d nuestro esfuerzo en nuestros hijos.
    Un gran saludo

    Teresasc

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  9. ¿Cuál es la función de un profesor en términos estrictos de educación? Cuando hablo de “estricto” hablo de lo que le servirá como persona al alumno, y no sólo los contenidos puramente teóricos. Pienso que más allá del temario y de las múltiples asignaturas que obligan a estudiar a los críos, más importante es formar al niño en unos valores suficientemente cívicos, de respeto hacia los demás, a adquirir conciencia de grupo, enseñarles a pensar por ellos mismos, entre otras facetas internas que toda persona debe tener con las cuales debe interactuar con la realidad social que le rodeará el resto de la vida.

    Buen artículo. Un saludo

    Juanjo desde el mercado de la incertidumbre

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  10. Muchos maestros dicen que a la escuela hay que ir educados de casa. A la escuela hay que ir a aprender pero es en casa de cada uno de nosotros donde hemos aprendido a comportarnos y donde tratamos de que nuestros hijos lo hagan también. Y es en casa donde se forja o se ponen los cimientos de nuestro futuro, quizás hoy mas cómodo que en otras épocas y en el que tratamos a nuestros hijos entre algodones. Y al final el mundo no es nuestra casa sino una selva, en la que si todos no ponemos nuestro granito de arena para mejorarlo, seguirá siendo selva. Joan

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  11. Pingback: Contra la cultura de la resignación | pepejavier

  12. Gràcies Mercè. Hi ha coses que cal llegir i reflexionar. L’educació i la il·lusió. Tant de bó sigui una realitat i no només una aspiració o un desitg. Està al nostre abast.

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  13. Me ha gustado mucho tu artículo Mercé.
    La verdad es que se echa de menos una educación basada en la idea de que cada uno es protagonista de su vida y forjador de sueños (propios y ajenos). Parece existir un modelo conformista preestablecido que casi siempre se cumple; estudia una carrera y luego forma parte del mercado laboral. Ese es el camino marcado por la sociedad, que la mayoría sigue. Unos pocos, los emprendedores, eligen un camino distinto, llenos de obstáculos pero donde cada paso hacia delante es una pequeña victoria. Creo que en las escuelas, deberían haber asignaturas que nos ayudasen a crecer desde nuestro interior.

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  14. Dos de mis -maestros- uno en el colegio, público, y otro años después, en la universidad, pública también, me enseñaron una de las grandes lecciones que nunca he olvidado y que siempre he tratado de transmitir.
    Da igual lo que aprendas hoy. Da igual lo que te enseñen. Lo verdaderamente importante es que te hayamos, decían, enseñado a aprender. Qué sepas formular las preguntas y buscar las respuestas. Sobre todo saber dónde buscar las respuestas. Y apuntillaban, y en ocasiones esas respuestas están en tu interior. No lo minusvalores, nunca.

    Gracias Mercé.

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